Testimonios cristianos

Así me convertí

Sebastiana Elizabeth Cortés Alvarez

Chile

bueno yo no tengo un gran testimonio ya que desde pequeña mis papas me llevaron a la iglesia , pero acepte verdaderamente a Dios y a seguir sus mandamientos cuando tenia 14 años un dia en que mi hermana siempre me hablaba de la palabra de Dios y por primera vez me di cuenta de la grandeza y la maravilla que es para la vida del hombre , éste manual que Dios nos ha dejado para seguirlo a Él , LA BIBLIA es espectacular. un día llegue a la iglesia y me dispuse en mi corazón a seguirle a ÉL y , acepte que entrara en mi corazón y actuara en mi vida conforme a su voluntad. le estoy agradecida ya que sin Dios en mi vida no sé donde estaria en este momento , quizas estaria muerta ..... quien sabe , pero su infinita misericordia me tiene aqui .

gracias que Dios los bendiga grandemente.

Pablo Garrido Garrido

Chile

Mi conversión fue en alaño 1987. Vivía en Santiago, Chile. Soy el mayor de tres hermanos varones, de madre soltera. Por la situación económica, mi madre nos incribió en un CAD(centro de atención diurna), donde pasabamos junto a mis hermanos la mayor parte del día. Ahí conocí a un joven, con el cual hicimos una amistad producto de las actividades que relizabamos en dicho establecimiento. Comenzó a invitarme a la iglesia constantemente, un día 28 de Abril de 1987, acepte acompañarlo siempre y cuando no me "molestara" más.
Jamás imaginé que ese día comenzaría una relación nueva e importante para mí.
Fuí muy sorprendido por la recepción que tuvimos, digo tuvimos, porque mi madre al enterarse decidió acompañarme. Lo que más me impactó y por lo cual decidí seguir yendo, no fue el sermón sino el calor humano, es decir, la comunión de los hermanos.
Al año siguiente comenzó a concurrir al templo, la que terminó siendo mi esposa, Jacqueline. Con la cual nos casamos el año 1990.
Hoy tenemos tres hijos y hemos estado trabajando para Nuestro Señor, por su misericordia.

Oscar Ardaya Borja

Bolivia

Tuve la bendición de tener un papá que ya era creyente, el cual desde pequeño nos leía la Biblia, lo que despertó en nosotros sus hijos un respeto por las cosas del Señor y una moral y ética cristianas. Al pasar el tiempo, comencé a asistir a un club de niños (Oansa) cuyo énfasis es la memorización de versículos. Una noche, solo en mi habitación, le pedí al Señor que entrara a mi corazón y perdonara mis pecados. Entonces tenía 11 años y corría el año 1977. Luego de una adolescencia en rebeldía y alejado del Señor, a finales de 1985 comencé a trabajar en el negocio de un creyente fiel, con quién comencé a estudiar la Biblia después de varios años de haber abandonado las cosas del Señor. Luego, ya en 1986, motivado por este hermano comencé a asistir a la iglesia, hasta que una noche el Señor tocó mi corazón a través de la predicación de la Palabra por parte del hermano Felipe Train. A partir de allí decidí entregar mi vida al Señor, habiéndome bautizado en Septiembre de 1987 en el río Parapetí, en Camiri (Santa Cruz, Bolivia). Desde entonces he servido al Señor como maestro de Escuela Dominical, líder juvenil y predicador del Evangelio, colaborando en diferentes iglesias en el ministerio de la Palabra, paralelamente al desarrollo de mis actividades seculares (empleado bancario). Es mi anhelo seguir creciendo en el conocimiento de la Palabra a fin de que el Espíritu Santo me pueda utilizar de mejor manera en el servicio al Señor.

Miguel Mendoza Martinez

Estados Unidos

Tenia 14 años cuando hice por primera vez una oración confesando a Jesucristo como mi salvador e invitándole a morar en mi corazón (No sentí nada mas), era un adolescente que para ese entonces no había tenido malas influencias, crecí en un ambiente cristiano, con una doctrina característica de la Iglesia de Dios E.C. en la ciudad de Nogales, Sonora, México. Desde entonces comencé a participar en las actividades de mi congregación desde música (en una rondalla), pasando por grupos de drama, participando en el comité de liderazgo juvenil, en la dirección de alabanza, hasta la organización de un programa de alcance, en el cual me encuentro actualmente.
Fue a los 17 años, después de asistir tantas veces a la iglesia y después de fallarle al señor en tantas y repetidas ocasiones, cuando pase por una crisis en la cual me sentí muy mal de salud, pense que en ese momento moriría, sabia a donde iría si eso sucediera en ese instante; en ese momento clame a su misericordia y sentí su salvación, entendí que él me estaba dando una oportunidad más.
Estas son dos experiencias que he tenido en las que he sentido su mano de misericordia, las cuales me han marcado significativamente.

Tito Elvis Contreras Romero

Venezuela

Durante toda mi adolescencia lleve una vida de rebeldia contra mi madre y esto me llevo a fugarme de la casa en varias ocasiones. La ultima vez estaba decidido a no regresar mas y me aliste en el ejercito, donde fui introducido a los vicios del alcohol y el cigarrillo. Pronto comence a vivir con una mujer, a quien le hice la vida infeliz por muchos años. Bebia y fumaba mucho, y tenia un caracter muy violento; por lo cual no fueron pocas las ocasiones que llegue a mi casa ensangrentado, producto de peleas en lugares de juegos y apuestas. Los vicios me producian cada dia mas problemas y los problemas me llevaban a su vez a los vicios, tratando de escapar de ellos. En marzo de 1997, casi me matan en dos ocasiones en la misma semana en peleas callejeras. Estaba tan lesionado que pense que no podria caminar mas. Una tia me dijo: "Tu sabes adonde te conduce este camino y sabes que es lo unico que te puede sacar de el". Ese dia tome la resolucion de ir a una iglesia cercana a mi casa y se lo comente a mi esposa, quien por supuesto no me creyo, ya que habia perdido toda confianza en mi, llegando al punto de haber pensado en el divorcio. El siguiente sabado volvi a beber y me involucre en una pelea, llegue a casa en la madrugada y ella me dijo: "Te das cuenta que tu ya no tienes remedio". En la mañana me levante y le dije que fueramos a la iglesia y me dijo que no, porque yo tenia mucho maliento a alcohol y una mano rota. Sin embargo, la convenci, fuimos y nos gusto la iglesia. A la cuarta semana de asistir, ambos pasamos adelante para pedirle a Cristo que entrara en nuestras vidas. Esa tarde uno de mis "amigos" me fue a buscar para jugar pool y la dije que no podia porque ese dia habia tomado la mejor decision de mi vida y no iba a ser el mismo de antes. Se fue molesto diciendo que los evangelicos me habian lavado el cerebro, y en ese momento fue cuando me di cuenta que durante las cuatro semanas yo no habia fumado ni bebido, pero sin habermelo propuesto, simplemente hubo como un "vacio" del cual no recuerdo nada. En ese momento entre a la casa y se lo comente a mi esposa, quien me dijo no haberse dado cuenta tampoco. Alli, nos arrodillamos los dos a darle gracias al Señor, y yo le dije que si el habia permitido ese milagro en mi vida, el iba a ayudarnos a salir adelante en cualquier circunstancia. Hoy en dia, casi siete años despues, estoy sirviendole como misionero a tiempo completo con una organizacion que se llama Global Missions Fellowship, porque se que hay muchas personas en el mundo que estan viviendo lo que yo vivi y solo Cristo puede cambiar sus vidas.

Silvia Alejandra Cayo

Argentina

Tenía 15 años cuando una amiga mía me habló del Señor. Mi vida anteriormente era como la de cualquier chica moralista que deseaba ser religiosa cuando fuera más grande. Una de las cosas que , a pesar de considerarme "buena", temía era a la muerte, ya que no sabía si las cosas que hacía alcanzarían para conformar a la persona de Dios. Por las dudas rezaba todas las noches, para intentar convencerlo de que no era tan mala.
Mi amiga, cuando fui a visitarla, después de un año de no verla, lo primero que me dijo fue que si me moría me iba a ir al infierno. Esto desarmó toda la estructura que tenía y motivó a que le preguntara por qué decía eso. Ella me dijo que las obras no limpiaban lo malo que hacía, que el pecado me separaba de Dios y me llevaba a la condenaciòn eterna. Lo único que podía limpiar mi corazón y darme la Salvación era reconocer que yo era pecadora, que el Señor Jesús pagó el precio de mi salvación y pedirle perdòn e invitarle a vivir en mi corazón. A partir de ese momento, experimenté la paz que proviene de Dios. Desde entonces, no le tengo más miedo a la muerte, ya que sé que es sólo un paso para estar eternamente con mi Señor, porque soy su hija como lo dice Juan 1:12.

hector antonio aballay

Argentina

Naci en un hogar cristiano, de muy chico mis padres me llevaron a la iglesia y alli tome el conocimiento de Dios, aprendi muchas historia biblicas y pude dimensionar con mi mente lo grande que es nuestro Señor. En mi juventud me aleje de los caminos del Señor y decidi por mi cuenta mi destino consegui un trabajo luego de abandonar mis estudios, me case y forme un hogar, tuve un hijo y me di cuenta que aun estaba incompleto , que algo me faltaba para sentirme completo, integro, comence una busqueda para sentirme bien , pero no lograba conciliar mi corazon fue alli que un dia conversando con un amigo, tambien cristiano, me hizo una pregunta clave, que abrio mi mente y pude ver que me faltaba Dios en mi vida, es mismo Domingo fui a la Iglesia y alli tuve un encuentro con mi Dios y comprendi todo aquello que habia escuchado desde chico, comprendi el plan de Dios para el hombre y que el me queria como a un hijo. Aun quedaba lo mas dificil que mi esposa conociera a Dios en la misma dimension, ore a Dios y sufri mucho hasta que un dia mi esposa llego a la Iglesia y de la mano de un Pastor de 86 años ella se rindio a Cristo y juntos, amamos a Dios, y tratamos de servirle, hoy tenemos cinco hijos, y nuestra tarea no ha concluido aun nuestros hijos deben caminar la senda que nos marca Cristo, ruego a nuestro Padre que mis hijos no se aparten nunca del camino del Evangelio, creo que para eso necesito estudiar las maravillas de Dios, y transmitirselas a ellos, para que no equivoquen su paso.
Soy un hobre feliz, porque conozco a mi Creador, soy un hombre sediento de Dios, soy un hombre preocupado porque tengo preguntas que aun no encuentran respuestas. Soy un hombre feliz.

Héctor Hugo Cruzado Yupanqui

Perú

Bueno, yo nací en un hogar cristiano. Mis padres siempre nos enseñaron la Palabra del Señor. Yo siempre fui un poco rebelde, aunque me gustaba mucho la música desde pequeño, ya que mi padre siempre se la pasaba cantando y componiendo canciones (él actualmente trabaja en los Estados Unidos, en unas iglesias, dirigiendo las alabanzas), y eso despertó en mi y en mis hermanos el deseo por la música. A los 14 años, tomé la decisión de aceptar al Señor, para serle sincero, no sé si lo hice por emoción o porque realmente quería hacerlo. La cuestión es que después de un tiempo seguía igual que siempre, luego me bauticé, y después me volví de una manera terrible al mundo, no quería saber nada con las cosas del Señor, aunque sabía que estaba mal, prefería ignorar todas las advertencias que el Señor me hacía. Conocí a la que ahora es mi esposa, Rosa, ella veía en mi una persona "buena", ya que yo seguía yendo a la iglesia, caímos, luego de un tiempo ella salió embarazada. Fue una época terrible, nuestra vida se convirtió en un infierno, ella se acercó al Señor, comenzó con mi madre a leer la biblia, y comenzó a haber un cambio en su vida, a mí ya no me interesaba nada, mi corazón estaba demasiado duro para dar mi brazo a torcer, aunque no me sentía bien, prefería estar así a humillarme. Mi esposa me rogaba, lloraba, oraba para que yo pueda volver a los caminos del Señor, pero yo seguía en mi terquedad. Hasta el día en que el Señor, bueno eso es lo que creo, me llamó de una manera tan terrible, estuve mal, enfermo, con una gastritis, las fuerzas me habían abandonado, fui llevado a un hospital y antes de que me puedan atender, me sentí morir y caí desmayado. El doctor me examinó y determinó que tenía gastritis y si no me cuidaba se iba a volver úlcera, tuve un miedo tan terrible, me llevaron a mi casa y en la tarde comencé a escuchar una emisora radial cristiana y algunos mensajes llegaron a mi corazón. Le pedí al Señor perdón por toda mi rebeldía, determiné seguirle, aunque sabía que no iba a ser fácil, pero ya había tomado una decisión. Comencé a asistir continuamente a la iglesia, a leer la biblia, a leer muchos libros cristianos, a aplicar lo que leía en la Palabra del Señor en mi vida; pero luego comencé a pagar las consecuencias de mi pecado, los problemas vinieron unos tras otros mi hijo al nacer absorbió el líquido meconial y se le llenó en los pulmones, lo tuve en el hospital por 2 semanas, mi esposa delicada en una posta médica, todo el dinero que tenía se me acabó, se sanó y luego vino un problema tras otro, y comencé a preguntarme porqué si estoy andando bien, me decía a mí mismo, hasta que leí en la Palabra "que todo lo que el hombre siembra eso también cosecha, comprendí que tenía que pagar las consecuencias de mi pecado; después vinieron cosas terribles pero he seguido aferrado al Señor, los hermanos han visto un cambio en mi, y me dijeron si podía dirigir las alabanzas, a lo que yo accedí, me están dando la oportunidad de enseñar la Palabra a la congregación y actualmente estamos trabajando en equipo por los jóvenes de nuestra ciudad, fui elegido presidente de los jóvenes, y aunque eso no es lo importante, lo importante sí es que el Señor ha transformado mi vida, mis amigos han visto un cambio en mi, mi esposa me dijo hace poco, aunque la verdad que yo no lo recuerdo, si me acordaba cuando una vez ella me dijo, estoy segura que algún día estarás al frente de la congregación dando gracias al Señor y también enseñando, y dice que yo le toqué la cabeza y en tono medio despectivo le dije: Pobrecita, sueña que no ten cuesta nada. Ahora me arrepiento de todo lo que hice, aunque hasta ahora sigo pagando muchas cosas que yo hice, estoy seguro de que es porque el Señor me ama, ya que la palabra dice Que Dios al que ama castiga, y eso es mi consuelo y tengo la esperanza de que algún día estaré con mi Dios y El enjugará toda lágrima de mis ojos. Gracias Señor.

John Jara Jofre

Chile

Primeramente deseo saludarles en el amor de nuestro señor Jesucristo.

La verdad es que pertenesco a una familia evangelica, abuelos, tios, hermanos, padres, mis progenitores son evangelicos. A la edad de 14 (1994 aprox.) años me aparte de Dios y fui a comer algarrobas al mundo, a tal extremo que comence a sumirme en la droga y el alcohol,no en forma frecuente, pero se estaba tornando un habito para mí.
En el año 1999 comence mis estudios superiores, siendo un alumno destacado en mis estudios, a mediados del año que cursaba me comenzo a ir mal, sentía que mi mente se cerraba y ademas de todo el trabajo de mi padre se comenzo a poner dificultoso.
Fue en aquel momento en que tuve que recapacitar, volver mi mirada hacia Cristo, pedirle perdón y que cambiara mi vida y me diera la posibilidad de terminar lo que yo tanto deseaba, que eran mis estudios. Fue así como Dios nuevamente me recogio del mundo, me perdono, me lavo con su sangre preciosa, me dio beca para terminar mis estudios y hoy puedo alabar y bendecir el nombre del grande, del que vive y reina para siempre, ese en Nuestro Dios.


Esa es a grandes ragos mi corto testimonio.

Les deseo ricas bendiciones.

Hno. John Jara J.

Rubén Torres

Perú

Nací en un hogar evangélico. Mis Padres son Pastores (ya ancianos hoy). Conciente de este hecho y entendiendo que esto no me hace salvo, decidí aceptar a Jesús como Salvador en el año 1973, en un acto totalmente voluntario. Desde este tiempo, he tenido la oportunidad de liderar entre los jóvenes de nuestra iglesia y otras, hoy me desempeño como Pastor Asistente.

NO tengo un testimonio espectacular al estilo de un ateo o agnóstico, sin embargo conozco de las luchas diarias que afronta uno que quiere ser un verdadero cristiano. En el trabajo diario, por la carrera profesional que desarrollo, he aprendido a lidiar con muchas situaciones relacionadas con los sentimientos humanos, así como las ambiciones desmedidas por el dinero.

Soy conciente que no es fácil crecer, sólo y únicamente con lo aprendido, sino, aprendiendo cada día pero compartiendo con los demás, y cuando se trata de la Palabra de Dios mejor, porque es palabra que siempre es nueva cada día y debemos anhelarla permanentemente.




Biblia en linea
"Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:6)
PROVINCIA

Pueblos de Avila