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Pasaje: Salmos 108 - Versión: Reina Valera 1995

Petición de ayuda contra el enemigo

 1Mi corazón, Dios, está dispuesto;
cantaré y entonaré salmos;
ésta es mi gloria.
 2¡Despiértate, salterio y arpa;
despertaré al alba!
 3Te alabaré, Jehová, entre los pueblos;
a ti cantaré salmos entre las naciones,
 4porque más grande que los cielos es tu misericordia
y hasta los cielos tu fidelidad.
 5Exaltado seas, Dios, sobre los cielos,
y sobre toda la tierra sea enaltecida tu gloria.
 6Para que sean librados tus amados,
salva con tu diestra y respóndeme.
 7Dios ha dicho en su santuario:
¡Yo me alegraré; repartiré a Siquem
y mediré el valle de Sucot!
 8Mío es Galaad, mío es Manasés
y Efraín es la fortaleza de mi cabeza;
Judá es mi legislador.
 9Moab, la vasija para lavarme;
sobre Edom echaré mi calzado;
me regocijaré sobre Filistea.
 10¿Quién me guiará a la ciudad fortificada?
¿Quién me guiará hasta Edom?
 11¿No serás tú, Dios, que nos habías desechado
y no salías, Dios, con nuestros ejércitos?
 12Danos socorro contra el adversario,
porque vana es la ayuda del hombre.
 13En Dios haremos proezas
y él hollará a nuestros enemigos.


Copyright © 1995 by United Bible Societies (http://www.unitedbiblesocieties.org)
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