Pasaje: Isaías 32 - Versión: Reina Valera 1995
El Rey justo
1He aquí que para justicia reinará un reyy príncipes presidirán en juicio. 2Y será aquel varón como escondedero contra el viento
y como refugio contra la tormenta;
como arroyos de aguas en tierra de sequedad,
como sombra de gran peñasco en tierra calurosa. 3No se ofuscarán entonces los ojos de los que ven,
y los oídos de los oyentes escucharán con atención. 4El corazón de los necios entenderá para comprender
y la lengua de los tartamudos hablará con fluidez y claridad. 5El ruin nunca más será llamado generoso
ni el tramposo será llamado respetable. 6Porque el ruin habla ruindades
y su corazón maquina iniquidad,
para cometer impiedad
y para decir blasfemias contra Jehová,
dejando vacío al que tiene hambre
y privando de beber al sediento. 7Las armas del tramposo son malas;
trama intrigas inicuas
para enredar a los sencillos con palabras mentirosas
y para hablar contra el pobre en el juicio. 8Pero el noble piensa con nobleza,
y por su nobleza será enaltecido.
Advertencia a las mujeres de Jerusalén
9¡Mujeres indolentes, levantaos!¡Oíd mi voz, hijas confiadas,
escuchad mi razón! 10De aquí a algo más de un año
tendréis espanto, mujeres confiadas;
porque la vendimia faltará
y no llegará la cosecha. 11¡Temblad, indolentes;
turbaos, confiadas!
¡Despojaos, desnudaos,
ceñid las caderas con vestiduras ásperas! 12Golpeándose el pecho
lamentarán por los campos deleitosos,
por las viñas fértiles. 13Sobre la tierra de mi pueblo
subirán espinos y cardos,
y aun sobre todas las casas en que hay alegría
en la ciudad alegre. 14Porque los palacios quedarán desiertos,
el bullicio de la ciudad cesará;
las torres y fortalezas
se volverán cuevas para siempre,
donde descansen asnos monteses
y los ganados hagan majada, 15hasta que sobre nosotros sea derramado
el espíritu de lo alto.
Entonces el desierto se convertirá en campo fértil
y el campo fértil será como un bosque. 16Habitará el juicio en el desierto
y en el campo fértil morará la justicia. 17El efecto de la justicia será la paz
y la labor de la justicia,
reposo y seguridad para siempre. 18Y mi pueblo habitará en morada de paz,
en habitaciones seguras
y en lugares de reposo. 19Cuando caerá granizo en los montes
y la ciudad será del todo abatida. 20¡Dichosos vosotros, los que sembráis junto a todas las aguas
y dejáis sueltos al buey y al asno!
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