Pasaje: Proverbios 7 - Versión: Reina Valera 1995
Las artimañas de la ramera
1Hijo mío, guarda mis razonesy atesora para ti mis mandamientos. 2Guarda mis mandamientos y vivirás,
y guarda mi enseñanza como a la niña de tus ojos. 3Átalos a tus dedos,
escríbelos en la tabla de tu corazón. 4Di a la sabiduría: Tú eres mi hermana,
y llama parienta a la inteligencia, 5para que te guarden de la mujer ajena,
de la extraña que suaviza sus palabras. 6Miraba yo por la ventana de mi casa,
a través de mi celosía, 7cuando vi entre los ingenuos,
observé entre los jóvenes,
a un joven falto de sensatez. 8Pasaba él por la calle, junto a la esquina,
e iba camino de la casa de ella, 9al atardecer, cuando ya oscurecía
y caía la oscuridad y las tinieblas de la noche. 10En esto, una mujer le sale al encuentro,
con atavío de ramera y astucia en el corazón. 11Alborotadora y pendenciera,
sus pies no pueden estar en casa. 12Unas veces está en la calle, otras veces en las plazas,
al acecho en todas las esquinas. 13Se asió de él y lo besó.
Con semblante descarado le dijo: 14Sacrificios de paz había prometido,
y hoy he cumplido mis votos; 15por eso he salido a encontrarte,
buscando con ansia tu rostro,
y te he hallado. 16He adornado mi cama con colchas
recamadas con lino de Egipto; 17he perfumado mi lecho
con mirra, áloes y canela. 18Ven, embriaguémonos de amor hasta la mañana;
disfrutemos de amores. 19Porque mi marido no está en casa;
se ha ido a un largo viaje. 20La bolsa del dinero se llevó en la mano,
y no volverá a su casa hasta la luna llena. 21Así lo rindió, con la suavidad de sus muchas palabras,
y lo sedujo con la zalamería de sus labios. 22Al punto se marchó tras ella,
como va el buey al degolladero
o como va el necio a prisión para ser castigado; 23como el ave que se arroja contra la red,
sin saber que va a perder la vida
hasta que la saeta traspasa su corazón. 24Ahora pues, hijos, escuchadme;
estad atentos a las razones de mi boca: 25No se desvíe tu corazón a los caminos de ella;
no yerres en sus veredas, 26porque a muchos ha hecho caer heridos,
y aun los más fuertes han sido muertos por ella. 27Camino del seol es su casa,
que conduce a las cámaras de la muerte.
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