Pasaje: Hebreos 5:4-10 - Versión: Reina Valera 1960
4Y nadie toma para sí esta honra, sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón. 5Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le dijo:
Tú eres mi Hijo,
Yo te he engendrado hoy. 6Como también dice en otro lugar:
Tú eres sacerdote para siempre,
Según el orden de Melquisedec. 7Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. 8Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; 9y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen; 10y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.
Copyright © 1960 by American Bible Society (http://www.americanbible.org)
Tú eres mi Hijo,
Yo te he engendrado hoy. 6Como también dice en otro lugar:
Tú eres sacerdote para siempre,
Según el orden de Melquisedec. 7Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. 8Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; 9y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen; 10y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.
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