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Pasaje: Lucas 2:21-35 - Versión: Reina Valera 1960

Presentación de Jesús en el templo
 21Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre JESÚS, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese concebido. 22Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor 23(como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor), 24y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos. 25Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él. 26Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor. 27Y movido por el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito de la ley, 28él le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo: 29Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz,
Conforme a tu palabra;
 30Porque han visto mis ojos tu salvación, 31La cual has preparado en presencia de todos los pueblos; 32Luz para revelación a los gentiles,
Y gloria de tu pueblo Israel.
 33Y José y su madre estaban maravillados de todo lo que se decía de él. 34Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha 35(y una espada traspasará tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones.

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