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Pasaje: Salmos 32:1-4 - Versión: Reina Valera 1960

La dicha del perdón
 1Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. 2Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad,
Y en cuyo espíritu no hay engaño.
 3Mientras callé, se envejecieron mis huesos
En mi gemir todo el día.
 4Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano;
Se volvió mi verdor en sequedades de verano. Selah


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