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Pasaje: Salmos 32:1-7 - Versión: Reina Valera 1960

La dicha del perdón
 1Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. 2Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad,
Y en cuyo espíritu no hay engaño.
 3Mientras callé, se envejecieron mis huesos
En mi gemir todo el día.
 4Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano;
Se volvió mi verdor en sequedades de verano. Selah
 5Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad.
Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová;
Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Selah
 6Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado;
Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él.
 7Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia;
Con cánticos de liberación me rodearás. Selah


Copyright © 1960 by American Bible Society (http://www.americanbible.org)
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